Juega con fuego y te quemarás
| 3 minutos de lecturaEl 23 de Julio de 2017 viví el peor accidente que he tenido en mi vida.
Fue en un fin de semana muy esperado, donde salimos a Cuatrocienegas para convivir en familia. Todo había estado excelente, un fin de semana maravilloso, relax y familiar. Ya habíamos conocido varios lugares, solo faltaba conocer la mina de mármol antes de irnos y regresarnos a casa, estando ahí y ya de haber visto lo principal se me tuvo que ocurrir subirme a la piedra mas alta (8-10 metros aproximadamente)
Ya sabes, para tomarme una foto 🤦🏻♂️.
Daniel, mi hermano, era el fotógrafo y el que me ayudaba diciéndome por donde bajar. La subida fue relativamente fácil pero desde ese momento que iba hacía la cima ya estaba pensando en lo complicado que iba a ser bajarse. Después de tanto riesgo, una vez arriba admirando el panorama por unos cuantos minutos para tratar de hacer valer un poquito más la subida y con la foto capturada, era momento de bajar.
Todo empezó muy bien, con paciencia, cuidado y mi hermano diciéndome por donde había partes para agarrarme mientras bajaba. Hasta el momento que se desprende un pedazo de la piedra donde me estaba agarrando y me voy hacía atrás, extrañamente no sentí miedo ni vi mi vida pasar, solo pensaba en arreglar el curso de la caída.
Mientras caía tuve un momento de apoyar mis pies para empujarme hacia atrás, recordaba que justo debajo de la piedra habían más salientes de formas irregulares, por lo que me lance hacía tierra plana, de otro manera, quien sabe si pudiera haber escrito este post. En el movimiento, cuando me empujo trato de voltear hacía atrás para ir hacía mi hermano, pero la piedra era irregular en la parte de atrás y tenía partes más salientes, por lo que al girar mi cabeza, golpee contra la roca y ya no recuerdo nada después de ahí porque perdí el conocimiento con el golpe.
Daniel reaccionó y trato de atraparme, alcanzo a agarrar un poco mis piernas aunque con la velocidad que llevaba termine cayendo de costado. Cuando abro los ojos veo a mi esposa frente a mi preguntándome varias cosas, no tenía idea de porque lo hacía, de hecho me estaba molestando ya que yo solo quería dormir y ella no me dejaba. Es tan extraño perder el conocimiento y temporalmente la memoria, después de 15 años de peleas y combates afortunadamente esta fue mi primera vez.
Estábamos a más de 35 grados centígrados y no me dejaban levantarme, la ambulancia se tardó alrededor de 1 hora y media. Después de una breve visita al hospital local nos fuimos a Monterrey ya que no tenían casi nada de equipo, solo me pusieron un collarín y nos fuimos.
Llegando me tomaron radiografías y un TAC, fue una larga espera y seguramente más para mi familia pero todo termino a las 4:30 am que salí del hospital. Afortunadamente sin quebrarme ningún hueso, en el TAC salió todo bien y solo 2 puntos en una cortada en la pierna. Ya pasaron más de 200 días y aun no termino por tener total sensibilidad en la parte izquierda de mi cara, mitad de la nariz y pómulo, obviamente sentía menos al comienzo, el golpe de la cara parece haber sido más fuerte que la caída.
Doy gracias a mi familia que reaccionó de manera increíble para ayudarme, soy muy afortunado, no queda duda. Muchos por menos tuvieron peores consecuencias. No queda de otra más que aprender de estos errores, por más que sea un adicto a las emociones, no vale la pena arriesgar todo por una foto.